Caminando por la calle Princesa, ¿con quién me encontré?, nada menos con Elena, una buena amiga que conocí en mi primer trabajo en Madrid. Las dos estábamos tan emocionadas de vernos, que nos metimos en la cafetería frente a la que estábamos para sentarnos y ponernos al día.
Realmente no sé por qué perdimos el contacto hace años, de alguna manera nos separamos. Yo estaba contratada como interina y cuando aprobé la oposición me trasladé de centro. Al principio nos vimos un par de veces, pero luego me casé, nacieron mis hijos y nos fuimos distanciando.
Estaba guapísima y muy feliz, me contó detalles sobre su vida, todos estupendos; viajaba, se divertía, disfrutaba…, Luego llegó mi turno de actualizarla a ella sobre la mia, gracias a Dios, tengo gancho para contar cosas, … la hablé de mi trabajo y algunas cosas sobre la familia que había formado, el blog de cocina…
Tengo que confesar que sentí un poco de envidia, era tan interesante, perfectamente peinada, vestida y maquillada, no puede evitar compararme con ella.
Un par de días después me llamó por teléfono, la habían invitado a una barbacoa y la tocaba llevar el primer plato, me pidió una receta de ensalada poco vista y que le pudiera gustar a la mayoría de la gente. La pasé la receta que ahora voy a compartir con vosotros.
Después me llamó para darme las gracias, la ensalada había sido un éxito. Hablando un poco de todo la confesé que sentía pelusa de la vida que llevaba; sin complicaciones, con todo el tiempo para ella, con ganas de salir por la noche, relajada …
Me sorprendió su respuesta, ella se había separado de mi muerta de celos: me dijo que no estaba soltera porque lo hubiera decidido, que la encantaría tener que preocuparse porque su suegra la hubiera puesto mala cara en la última reunión familiar, o tener que cabrearse porque su hijo hubiera suspendido las matemáticas, se sentía como si estuviera viviendo en tierra de nadie.
Al final acabamos riéndonos porque siempre queremos lo que no tenemos y lo de los demás nos parece mejor que lo nuestro.
Volviendo al tema de la ensalada, la pregunté que tal se había apañado para hacerla y me contestó; «perfectamente, fui al supermercado, compre todo hecho; solo tuve que cocer las patatas, mezclarlo y listo».
¿Qué necesitamos? (8 personas)
1 kg. de patatas pequeñas
2 cogollos de lechuga
400 gr de boquerones (después de limpiarlos)
200 gr. de gambas (después de pelarlas y cocerlas)
salsa pesto
la piel rallada de medio limón
cebollino
un chorrito de vino blanco
aceite de oliva
sal y pimienta
¿Cómo lo hacemos?
Vamos por partes, para hacer esta ensalada necesitamos unos boquerones en vinagre, unas gambas cocidas y una salsa de pesto y podemos elegir; o prepararlo nosotros mismos o comprarlo hecho como hizo mi amiga.
Por si os animáis a prepararlo, te explico como se hace:
Boquerones en vinagre
Después de haberlos limpiado y congelado al menos durante 24 horas, si necesitas más información sobre como se limpian los boquerones pincha este enlace boquerones en vinagre. Ponemos de forma ordenada los boquerones en un taper con los lomos hacia arriba y la piel hacia abajo. Formando una primera capa.
Los sazonamos con un poco de sal.
Preparamos el aliño para marinarlo: para ello ponemos en un recipiente 60 ml. de vinagre de vino blanco y añadimos 40 ml. de agua.
Elaboro solo está cantidad y después si necesito más repito la mezcla, porque la dosis final depende del tamaño del taper que utilicemos.
Hemos echado sal sobre los boquerones, a continuación un poco de la mezcla que hemos preparado de vinagre y agua, lo suficiente para cubrirlos.
Ahora ponemos encima otra capa de boquerones, echamos sal, añadimos la mezcla de vinagre y agua. Repetimos la misma operación formando capas hasta que se terminen los boquerones. Los tapamos y los metemos en el frigorífico durante un mínimo de 12 horas.
Lo primero es en una sartén a fuego medio dar un par de vueltas a los piñones, tenemos que calentarlos pero no dorarlos.
En una batidora ponemos los piñones calientes, el ajo pequeño, las hojas de albahaca, la sal y el aceite y batimos hasta que quede todo mezclado y emulsionado.
En thermomix: ponemos los piñones, la albahaca, el ajo, la sal y programamos 15 segundos velocidad progresiva 5-7-9. Ahora incorporamos el aceite en hilo con el cubilete puesto velocidad 5.
Gambas cocidas: Es lo más sencillo solo tenemos que cocerlas sin pelar durante cinco minutos en agua salada, cuando están templadas las quitamos la cabeza y las pelamos.
Patatas cocidas: Lavamos las patatas y sin pelarlas las cocemos en agua salada, en olla rápida 10 minutos, en olla normal 25 minutos, en cacerola 40 minutos.
Cuando están templadas las pelamos.
Ya tenemos los boquerones en vinagre, la salsa pesto, las gambas cocidas y peladas y las patatas cortadas en rodajas. Vamos a montar la ensalada.
Troceamos la lechuga
Ponemos en una ensaladera juntos las patatas cortadas en rodajas, los boquerones escurridos, las gambas, la lechuga, añadimos la salsa pesto, el vino y la ralladura de limón y mezclamos todo.
Salpimentamos, la reservamos en la nevera hasta el momento de consumirla. La servimos decorada con el cebollino lavado y seco.
Colaboración de mi hijo
Ha pelado las patatas, las gambas, ha troceado la lechuga y ha aliñado la ensalada.