Envasar los alimentos al vacío, es una técnica de cocina que se utiliza para prolongar durante más tiempo la vida útil de los alimentos.
Consiste en meter los alimentos en una bolsa y extraer todo el aire, para detener la actividad de las bacterias que precisan del oxígeno para desarrollarse.
Estas bacterias se encuentran en todos los alimentos y son las responsables de su degradación y con el envasado al vacío, lo que conseguimos, es frenar el proceso y retardarlo. Si además lo congelamos aumentaremos significativamente su calidad.
Resumiendo envasar al vacío tiene muchas ventajas, las más importantes son que conseguimos una mayor higiene y calidad de los alimentos.
Cuando envasamos al vacío y después congelamos evitamos la quemadura del hielo por contacto directo del frío con la comida.
El sabor de los alimentos permanece más estable, ya que la oxidación provocada por el oxigeno no existe.
Aísla el producto y evita que su sabor y su olor se mezcle con otros alimentos que están a su alrededor. El aroma del envase tampoco sale al exterior, por tanto no pierde su aroma natural.
Con el método de vacío que te propongo aumenta al doble el tiempo de conservación de los alimentos, aunque no tanto como el que se consigue con una máquina profesional.
Ahorramos tiempo si cocinamos más cantidad de la necesaria y lo conservamos en perfectas condiciones para un uso posterior.
¿Qué necesitamos?
1 recipiente grande, en el que quepa la bolsa que queremos dejar al vacío
1 bolsa con cierre zip, de congelación
agua caliente
el alimento a envasar
¿Cómo lo hacemos?
En este vídeo explico paso a paso la técnica para envasar al vacío, recordad es importante que el agua esté caliente.
Además de todo lo que te he contado, existe otra razón para envasar al vacío y es la cocción a baja temperatura de productos envasados al vacío.
Lo más interesante de la cocina al vacío es que se cocina el alimento en su propio jugo con mucha suavidad y sin oxigeno, con lo que conseguimos:
Que la comida sea más sana, puesto que la temperatura y la humedad están controladas, se conservan mejor las vitaminas y los minerales de los alimentos.
Nos permite preparaciones bajas en grasas.
Que los sabores no se diluyan al contacto con el líquido de cocción, ni se pierdan con el vapor de la cocción.
Podemos hacer el vacío, cocinarlo a baja temperatura, dejar que se enfríe la comida y congelarla y nos va a quedar con muchísima más calidad, sabor y aroma que con los métodos tradicionales.
La falta de oxigeno hace que los productos no pierdan el color ni se oscurezcan como cuando se cuecen en agua.
Puedes cocinar a temperaturas más bajas de lo normal con menos riesgos porque la falta de oxígeno evita el crecimiento de bacterias.
Con la cocción a baja temperatura conseguiremos que la carne quede mucho más tierna y jugosa, ya que este método permite que la carne retenga su jugo.
Lo mismo sucede con los pescados, para hacerlos necesitamos tiempos de cocción más cortos.
¿Qué necesitamos?
Preparar los alimentos con los ingredientes con los que vayamos a cocinarlos, meterlos en una bolsa zip para envasarlos al vacío con el método que acabo de explicarte y empezar la cocción.
Tenemos 4 métodos;
En horno a baja temperatura
Ponemos la bolsa al vacío, con los alimentos, dentro de un recipiente con agua caliente. Lo envolvemos en papel film y lo metemos al horno programado como máximo a 80º, durante el tiempo que necesite cada receta.
En cacerola
Ponemos la bolsa, al vacío con los alimento, dentro de una olla o cacerola con agua caliente, a fuego medio, y con ayuda de un termómetro vamos controlando la temperatura, y lo mantenemos hasta que esté cocinado,
Con thermomix
Ponemos la bolsa, al vacío con los alimentos, dentro del cacito de la thermomix, cerramos y programamos a la temperatura y tiempo que indique la receta en velocidad cuchara.
Por último comentaros que he oído que meten la bolsa en el lavavajillas, aprovechando que se va a limpiar la misma, pero confieso que nunca lo he hecho.