Tengo una amiga argentina, que además es psicóloga y cumple todos los tópicos sobre la argentinidad.
Si tuviera que describirla, sintetizando diría que es una paradoja andante; pasa de la fascinación al desconsuelo de un momento a otro. Se ríe de las dificultades pero luego se toma en serio las bromas.
Tiene un problema para cada solución y conoce las soluciones de cualquier problema.
Empieza todas sus frases con un NO, aunque luego al analizarlas te das cuenta de que era SI.
Habla por los codos, es simpática, seductora y desmesurada yo creo que en el fondo disfruta con sus contradicciones.
Cada día echa de menos su Argentina, así que siempre que puede se escapa para ver a su familia, a la vuelta de uno de estos viajes me trajo, entre otras cosas, un bote de dulce de leche y me dijo con una mirada risueña; «Me acorde de ti, negrita y te traje este dulce de leche … ya veremos».
Con lo cual no sabía si agradecerle el detalle o asustarme del examen que me esperaba.
Por lo menos me alegré porque lo que tenía que hacer era un postre, si hubiera traído chimichurri, tendría que haber hecho un asado y en ese caso aunque me hubiese salido mejor que nunca, lo habría criticado.
Pero en fin, no debí hacerlo muy mal porque cuando probó la receta que ahora os presento me dijo: «sos re piola».
¿Qué necesitamos? (6 vasitos)
350 gr. de dulce de leche
150 ml. de leche evaporada
250 ml de nata para montar con un 35% mínimo de grasa
1 hoja de gelatina neutra
1 yogur griego azúcarado
1 cucharadita de maicena
60 gr. de azúcar glass
50 ml. de café con azúcar (a nuestro gusto)
20 ml. de ron
¿Cómo lo hacemos?
Esperamos a que el café este frío, le añadimos el ron y lo metemos en una bolsa de plástico para alimentos, que guardamos horizontalmente en el congelador.
Metemos la hoja de gelatina en agua bien fría para que se hidrate, la dejamos unos cinco minutos, cuando esta bien flexible e hidratada escurrimos el agua con las manos.
Mientras se está hidratando calentamos 50 ml. de leche evaporada.
Añadimos la gelatina a la leche evaporada caliente y lo removemos con ayuda de una cuchara, de esta forma nos quedará perfectamente disuelta y lista para usarla
En el vaso de la batidora ponemos la leche evaporada con la gelatina, los restantes 100 ml. de leche evaporada y el dulce de leche, lo batimos hasta que esté todo bien mezclado.
En thermomix: Mezclamos durante 30 segundos velocidad 3,5
Llevamos la mezcla a fuego medio y lo calentamos hasta que empieza a hervir, en ese momento lo retiramos del fuego y lo volcamos en los recipientes en los que lo vamos a servir, dejamos que se enfríe y lo metemos en el frigorífico unos 20 minutos.
En thermomix: Programamos 5 minutos temperatura 90º velocidad 2
Vamos a empezar a montar la nata, ponemos en la batidora o thermomix ( con mariposa) la nata, cuando empieza a montar añadimos el azúcar glass y la cucharadita de maicena. Si necesitas ver como conseguir una nata firme y consistente pincha en este enlace; nata
Cuando tenemos la nata montada y firme añadimos el yogur griego y lo mezclamos cuidadosamente con ayuda de unas varillas, con movimientos envolventes. Lo guardamos en el frigorífico hasta que la mezcla de dulce de leche y leche evaporada haya espesado.
Ya tenemos espesado el dulce de leche repartimos la mezcla de nata y yogur por encima.
Cuando vayamos a presentarlos en mesa, sacamos la bolsita de café con ron que tenemos en el congelador y la troceamos.
Colocamos los trocitos encima de la nata.
Otra opción es hacer glasé de capuchino , se hace del mismo modo, los ingredientes son; 30 ml. de café con azúcar, 20 ml. de leche, una cucharadita de cacao y 10 ml. de ron.
Suelo hacer las dos variedades y pongo en unos vasos el café y en otros el capuchino.
Colaboración de mi hijo
Este postre es de sus favoritos y se convierte en el pinche perfecto.