Si te interesa saber cómo hacer anchoas en salazón, te diré que el ingrediente principal es la paciencia. Se preparan en casa, con mucha facilidad, pero se necesita mucho tiempo, antes de poder disfrutarlas.
La salazón es una técnica de conservación que nos permite disfrutar del pescado en cualquier momento del año. Consiste en introducir las anchoas completamente en sal, durante unos seis meses para deshidratar parcialmente los alimentos.
Con este método además se refuerza su sabor y se inhibe el desarrollo de algunas bacterias. deshidratación parcial de los alimentos, el refuerzo del sabor y la inhibición de algunas bacterias.
Se pueden utilizar en numerosas preparaciones; tapas, ensaladas, montados…, un universo gastronómico que depende de tus gustos y tu imaginación.

Cómo hacer anchoas en salazón
Equipo recomendado
Ingredientes
- 1 kg. Sal gorda de calidad
- 1 kg. Boquerones
- Aceite de oliva
Elaboración paso a paso
- Preparación de las anchoas para meterlas en salazón
- Lo primero es echarlas un poquito de sal y guardarlas, durante 24 horas, en la nevera tapadas.
- Van a soltar un montón de agua que sobra y que tiraremos.
- Las aclaramos un poco, pasándolas por el grifo.
- El siguiente paso es meterlas en salazón. Lo primero es quitarlas la cabeza
- Para hacerlo sujetamos la cabeza y el cuerpo, rompemos la cabeza y tiramos hacía atrás despacio, para que al tirar salga también la tripa. Si queda algo de tripa no pasa nada.
- Para hacer la salazón vamos a utilizar un recipiente que tenga tapa, si es de cristal, mejor.
- A continuación, ponemos una primera capa de sal. Esta primera capa conseguirá dotar a la pieza de sal desde la parte inferior.
- Una vez hecha la cama de sal, ponemos una capa de boquerones. Los cubrimos con sal y apretamos bien, para que queden prensados.
- Repetimos capa de boquerones, capa de sal y prensado. Y continuamos hasta que terminamos los boquerones.
- Añadimos una capa con más cantidad de sal que las anteriores, prensamos y tapamos.
- Lo dejamos fuera del frigorífico, mejor en un sitio oscuro, mínimo seis meses, de esta forma nos quedarán perfectas de textura, sabor y con el color cobre tan característico de la anchoa.
- Tercer paso: limpiar las anchoas y meterlas en aceite
- Ya han pasado los seis meses, ahora toca limpiar las anchoas. Tenemos unas anchoas, perfectas y listas …
- Las dejamos durante 15 minutos en agua fría esto facilita que las podamos abrir para limpiarlas perfectamente de una forma sencilla y, sobre todo, muy rápida
- Con ayuda de un estropajo, verde o de aluminio, quitamos la piel con cuidado para no destrozarla.
- Cogemos la anchoa, la ponemos debajo del grifo, abrimos la anchoa por el lomo, con ayuda del pulgar haciendo suaves movimientos de adelante y atrás, hasta separar los dos filetes de la espina.
- Una vez que la hemos limpiado, quitamos todos los pelitos (pequeñas espinas) que nos hayan podido quedar.
- Las separamos en dos mitades y las limpiamos bajo el grifo.
- Las dejamos entre dos láminas de papel absorbente para quitar toda la humedad posible.
- Las ponemos en un táper, con tapadera, y las sumergimos en un buen aceite de oliva, las metemos en el frigorífico y a partir de las 24 horas (ya se habrán hidratado con el aceite) las podemos por fin disfrutar.
Notas
Datos nutricionales
Mis historias: cómo hacer las anchoas en salazón
Si miro atrás en la historia de mi vida, las anchoas están presentes desde que yo tengo recuerdos. Debe ser porque a mi madre le gustaban y me acostumbró a comerlas desde bien pequeña. Eso sí por su precio solo las tomábamos como aperitivo los domingos.
A media mañana preparaba un bocadillo de anchoas en salazón, el pan daba lo mismo, cortaba un tomate en rodajas y encima ponía las anchoas con un chorrito de aceite.
Ella lo acompañaba con una cerveza y a mí me ponía un vaso con Fanta de limón. A medida que iba creciendo, añadía a mi Fanta un chorrito de cerveza. , que también crecía conmigo. Aquellos tiempos en los que la felicidad era tan simple como compartir ese momento repetido y esperado.
Más adelante cuando ya empecé a salir sola, en los bares siempre me pedía cualquier «pulga» que llevara anchoas, mi preferida era la de tomate, queso y anchoas.
Lamentablemente ya casi nunca como bocadillos, seguro que no necesitáis que os explique los motivos…. Pero siempre hay en casa anchoas, las utilizó en un montón de platos y solas con una buena cerveza, ahora ya sin el acompañamiento de la Fanta.
No puedo negar que me gusta lo salado y en consecuencia me encantan las anchoas en salazón; saladas, jugosas y definidas, un sabor que siempre destaca.
Resumiendo, las anchoas me gustan tanto que, lógicamente, tenía que aprender a prepararlas en casa.
He utilizado diferentes métodos para hacerlas y con ninguno me sentía satisfecha del resultado final, me ha costado muchos intentos conseguir unas anchoas a mi gusto.
Y cuando casi había tirado la toalla, aparece, el padre de un amigo asturiano, que ha trabajado en una conservera. Y me ha pasado su receta, de cómo hacer anchoas en salazón.
Te dejo el enlace a una tosta con anchoas estupenda
la explicacion ha sido perfecta,mi madre me decia que eran sardinas,gracias por acarmelo,perfeto y muchas gracias.
Muchas gracias por tu comentario. Un saludo
Muchas gracias por el comentario, me alegra que te haya gustado, un saludo
Ya he terminado de preparar las anchoas con tu receta. Ahora a esperar esas 24 horas con aceite de oliva virgen extra verde de primera prensada en frío ( soy de Jaén). Me ha dado la sensación de que estaban bastante saladas. No sé si el aceite mitigará su sabor. Ya te contaré mañana. Muchísimas gracias por compartirlo.
Quedaron saladas a final?
Que tal quedaron
Las anchoas nos recuerdan nuestra infancia a CASI TODAS
Cuando yo era niña ,era costumbre celebrar bodas ,comuniones,bautizos..con familiares y amigos donde se servían bocadillos PEQUEÑitos y todo el mundo buscaba los de anchoas,que eran los más preciados
Muchísimas gracias por tu comentario. Un saludo
Me ha encantado
Llevaba tiempo buscando una receta que saliese bien. Es la segunda vez que voy a hacer la tuya porque quedan fabulosas. Gracias por publicarla y gracias al asturiano conservero por generosamente pasar su conocimiento a la siguiente generación!