Todos los años en el colegio de mis hijos hacen un día de bocadillo solidario, los niños que quieren llevan una tortilla de patatas, el colegio pone refrescos y venden bocadillos con refrescos a 2 euros, lo que se recauda se lleva a un banco de alimentos.
Este año comentando el tema con el pequeño me dijo; se hacer steak tartar, guacamole, arroz,…, pero no tengo ni idea como se hace una tortilla de patatas, ¿porqué no hacemos juntos este año la tortilla?-
Y dicho y hecho nos hemos puesto a practicar. Conseguir una buena tortilla no es tan fácil como parece, a mí me ha costado mucho ir descubriendo todos sus trucos.
¿Qué necesitamos? (5 raciones)
5 patatas pequeñas
4 huevos grandes
1 cebolla pequeña
sal
aceite de oliva
¿Cómo la hacemos?
1.- La sartén
Es fundamental tener una buena sartén antiadherente. He tenido muchos problemas para conseguirla, me he gastado un dineral en sartenes y antes o después siempre acababa pegándose la tortilla, un día cuando llegue a casa estaba mi madre con un estropajo limpiando a fondo mi última adquisición, puse cara de desesperación y me enfadé un montón, porque claro la había estropeado.
Mi madre me miró como si nada y me dijo; «¿qué pasa?, Hombre pues que te has cargado una sartén nueva, la explique los problemas que tenía con las tortillas y las sartenes y me dijo tan tranquila, «bueno pues si eso es todo, no te agobies, siempre hemos tenido la misma sartén para cualquier guiso y no había problemas, lo que tienes que hacer es echar sal en la sartén antes de hacer la tortilla y cuando se tueste la limpias con papel de cocina y listo»
¡Increíble!, pues es cierto, podéis comprobarlo.
2.- Las patatas
Tienen que ser de buena calidad, pero tampoco hay que complicarse la vida, lo único es que no deben ser patatas blandas o harinosas porque se deshacen al freírse.
A partir de ahora ya todo es según gusto personal:
Dicen que se pueden cortar en rodajas finitas o en dados, la verdad es que yo
nunca he comido una tortilla cortada en cuadraditos, ni en familia, ni en bares o restaurantes. Siempre ha sido en láminas y por lógica me parece que se debe freír y distribuir mejor los ingredientes cuando los mezclamos. Lo que sí es necesario es que sean de tamaño y grosor lo más semejante posible para que se hagan por igual, utilizo una mandolina, tardo menos tiempo y quedan más igualadas.
Unos echan la sal antes de ponerlas al fuego, otros cuando las sacan. En casa la echamos antes, porque la sal ayuda a que se frían mejor.
Unos defienden que con aceite a fuego fuerte para que la patata quede frita y no cocida, otros que a fuego lento precisamente para que queden más suaves. Las abuelas suelen hacerlas con fuego bajo, he probado las dos formas y al final lo que hago es empezar a fuego medio y al final subirlo para que queden más doraditas.
3.- La cebolla: La mayoría pone cebolla, pero si no te gusta, la tortilla queda estupenda también sin cebolla, en casa cuando la hacemos para nosotros ponemos cebolla. Tenemos que cortarla en trocitos pequeños y que quede bien frita y blanda.
Para conseguirlo, hay que hacerla a fuego lento, algunos la hacen junto a las patatas añadiéndolas unos cuatro minutos antes de finalizar las patatas, yo la hago aparte para garantizarme el punto adecuado de la cebolla, porque si queda un poco entera la notas crujiente al morder la tortilla y no queda bien, si te pasas de fritura queda tiesa y también se nota al comer, lo importante es que deje su sabor pero que no destaque dentro de la tortilla.
Y claro si la estás haciendo con las patatas no la puedes separar, con lo cual me quito complicaciones cocinando cada ingrediente por separado.
Las proporciones, pues también dependen del gusto personal, que la quieras más jugosa, menos…, por eso se dice que la tortilla se hace a ojo y es ir probando cual es la combinación que más te gusta,
Nosotros ponemos 5 patatas pequeñas y 4 huevos para cinco personas. Pero hay que calcular, porque no siempre tienes patatas más o menos iguales, en la que hemos hecho hoy y saco en la fotografía, hay 3 patatas; porque una es enorme y otra muy pequeña y calculo que las tres juntas vienen a ser cinco de tamaño pequeño.
4.- Los huevos: Mientras se fríen las patatas, vamos con los huevos, es muy importante que estén perfectamente batidos. Separamos las claras de las yemas y batimos las primeras a punto de nieve después agregamos las yemas y volvemos a batir, echamos un poco de sal (también al gusto), si quieres que quede más jugosa se puede echar una cucharada sopera de leche por cada huevo. Las proteínas de huevo se coagulan rápidamente con la temperatura, las de la leche no lo hacen, esto ayuda para que nos quede siempre tierna.
Cuando están las patatas fritas y las sacamos de la sartén, las pongo sobre papel absorbente de cocina, para retirar el exceso de aceite, cuando se ha enfriado un poco uno los huevos, la cebolla y las patatas y dejo que repose todo junto unos 10 minutos, para que se liguen bien los ingredientes y los sabores.
Pasamos al momento de freír la tortilla.
Pongo un chorrito de aceite de oliva suave en el fondo de la sartén y la giro para que se extienda también por los laterales de la misma, no hay que poner exceso de aceite, porque sino queda muy aceitosa.
Las ponemos a fuego medio, el aceite debe estar caliente, pero sin pasarse para evitar que se nos queme, la prueba es meter la punta de una cuchara en el huevo y después esta cuchara en la en la sartén, cuando vemos que enseguida se fríe es el momento.
El tiempo por cada lado depende del grosor de la tortilla y de que te guste más cuajada o menos, a nosotros nos gusta jugosa y que se note el huevo, pero sin parecer «moco», como la tortilla es gordita, la dejamos 2,5 minutos por un lado, vuelta, y 2,5 minutos por el otro y lista.
Para darla la vuelta, el único truco es que el plato sea más grande que la sartén, un poco de maña y fuerza. Ponemos el plato encima de la sartén, una mano en el mango de la misma, la otra encima del plato sujetándolo con fuerza para que no se salgan los ingredientes y hacemos un giro rápido.
Colaboración de mi hijo
Según le explicaba ponía la misma cara que la vaca viendo pasar al tren, y en varios momentos quiso dejarlo y desaparecer.
Pero le animaba explicándole que no todo es tan exacto, que una vez le coges el punto, se hace automáticamente y sin pensar, que lo que hacía estaba muy bien…, al final me dijo; me parece que vamos a tener que hacer muchas tortillas hasta que pueda hacerla solo.
Yo creo que nos ha quedado estupenda. Eso sí, para comérsela no necesitó ayudas ni explicaciones.